Después de 14 días de la "gran nevada" nos acercamos a la Sierra de Aitana en Alicante, todos los años para bien, el tiempo nos dá una alegría y beneficia a estas tierras con una nevada.
Y fraseando un poema de Walt Whitman. (Canto a mí mismo), inicio el relato de ésta salida.
"Nunca ha habido otro comienzo que éste de ahora
ni más juventud que ésta
ni más vejez que ésta
y nunca habrá más perfección que la que tenemos
ni mas cielo
ni más nieve (infierno en el original) que ésta de ahora."
Las fuentes de Benifato( Partagas) nos premio con ésta preciosa vista de la parte Norte de la sierra.
A nuestra espalda la Serrella, La Xorta con la Mallá del Llop
Nuestros primeros pasos fueron excesivamente precavidos ante la presencia de hielo pero fué un instante. Nieve blanda pero con unos 20cms de espesor llegando a topar nuestras botas.
Los 45 minutos que nos llevaría hasta la Tagarinas por el rimar de los Teixos tenía el mismo pisar.
Por su situación siempre sombra la nieve se acumulaba por todas partes ya ganado espesor y doblando la altura en profundidad de nieve.
Una vez a los pies de Peña Mulero se encontraba más despejado de nieve.
En nuestra continuación hacia Peña Alta las marcas del sendero había desaparecido, Tomamos la parte alta de la "senda" donde intuíamos que iría el sendero, pero la dificultad aumentaba en cada paso, ya con 40 cms de nieves en los pies, llegando ésta por las polainas haciendo el camino muy pesado.
Algunos claros y sendero visibles nos servían para hacer la ruta menos pesada. A la izquierda la Solana de Tagarina estaba completamente cubierta de nieve con un espesor considerable.
La cara Norte presentaba ésta estampa (foto superior)
La penúltima subida que habíamos realizado con muchas nieve nos permitió divisar las antenas, ésta bajada que lleva al cruce con el Paso de la Rabossa el espesor de la nieve ya nos llegaba hasta las rodillas, haciendo un caminar lento y pesado.
Tras dos horas y media desde el inicio, llegamos a una de las cimas con las imágenes de abajo.
Alicante, cubierta por la niebla.
Iniciamos la bajada hacia la fuente de la Forata, unos cien metros después de la cima mencionada, con una fuerte bajada y unas capas de nieves muy profundas,que fueron perdiendo espesor hasta llegar a la fuente, en más de una ocasión la nieve nos cubría toda la pierna.
Continuábamos con la misma tónica las marcas del sendero había desaparecido, nuestros pasos iban abriendo nuevos camino entre la nieve, cualquier referencia de nuestras anteriores marchas había desaparecido, grandes torrentes de agua iban cruzando nuestro marcha.
Al ir perdiendo altura la nieve en algunos momento permitía ver o intuir el sendero lo cual nos permitió caminar más fácilmente, Cuatro horas sobre un duro caminar particularmente a mí ya me daba señales de cansancio
Por fin y dejando atrás campos de olivos y almendros cubiertos de nieve nos aproximábamos al coche.
DUM LICET FRUERE
(Mientras se pueda goza)
Y fraseando un poema de Walt Whitman. (Canto a mí mismo), inicio el relato de ésta salida.
"Nunca ha habido otro comienzo que éste de ahora
ni más juventud que ésta
ni más vejez que ésta
y nunca habrá más perfección que la que tenemos
ni mas cielo
ni más nieve (infierno en el original) que ésta de ahora."
Seis horas y media entre un espectacular marcha, y acompañado de amigos !inolvidable¡
Dios quiera que esto se repita cada año, por el bien de ésta tierras tan necesitada de agua. Siempre sin perjudicar a nadie.
(Mientras se pueda goza)
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