LOS CAHORROS DE MONACHIL ( Granada- España)

Olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo  de la vida son uno mismo. (J.Y. Cousteau)

Ya estamos aqui otra vez, lamento éste periodo de tiempo en el que el sistema de éste blog no me permitía, primero inserta fotos y más tarde no admitía texto alguno, hoy creo que sí.
Sigamos....
Monachil se encuentra muy cerca de Granada 7 u 8 kilómetros, fácilmente se puede llegar, una vez en el continuamos por la carretera de la Sierra ( Nevada), y encontramos el inicio del sendero.
Justo debajo del aparcamiento y dirigiéndonos hacia unos chalets con frutales un camino en principio asfaltado nos llevará al principio de los Cahorros.

Ya en este punto encontramos un restaurante, tomamos el "sendero" de la izquierda
que nos llevará a ellos.

Empezamos a ver el agua caer de los alto de las montañas hacia el río
y  la música del agua al caer nos animaba a acelerar nuestros pasos.

El verde, fruto de la cantidad de agua  continuaba acompañándonos.

"Cuando más metidos estábamos en la marcha, de entre los árboles apareció una figura delgada, moreno con barba, que nos saludó muy educadamente con un "buenos días", y de igual forma le contestamos, nos pidió si podía acompañarnos, y que siempre le había gustado hacer el recorrido para maravillarse de las vistas y del entorno en el que nos encontrábamos."

Según íbamos caminando, nos indicaba que nunca lo había visto con tanta agua, la primavera este año es extraordinaria, el invierno con tanta nieve dejará los campos "lleno de bienes".
Nos paramos ya cerca del agua que corría velozmente entre rocas y bajo puentes.
Escuchad el agua....
"Yo regaré bonitas huertas.."
"Yo regaré frondosos árboles frutales"
"Yo correré libre por el rio llegaré al mar, subiere al cielo y volveré a  ser lluvia o nieve y sentir las tierras de estos lugares para disfrutar nuevamente de ellas".
No oímos nada pero el nos comunico su sentir.
Nos miró con sus ojos negros y claramente en un castellano antiguo nos dijo:
Cuidad de estos lugares para las nuevas generaciones tu Dios y el mio os lo agradecerá Ellos son los autores.
Mientras bajábamos la pequeña cuesta, le dijimos que ese es nuestro deseo que todo permanezca como lo estábamos viendo.
No sabemos si nos escucho nos volvimos y no estaba." (1)

Continuamos la senda hasta encontrarnos éste cartel en la que nos avisaba de algunas precauciones.

Arriba

Abajo

En medio

No importaba el lugar eran maravillosas las vistas.

Cerca

Como teníamos ganar de seguir sintiendo en nuestros cuerpo éste precioso lugar, nos adentramos en el camino hacia Sierra Nevada.

Y hasta que nuestras piernas aguantaron seguimos la ruta.

(1)
Éste relato podría ser el inicio de una noticia o una leyenda, sin embargo como habrá deducido el lector, era un deseo para que así como el personaje imaginario acude a visitar estos encantadores lugares desde hace siglos y nos aconseja para que nosotros lo cuidemos y lo podamos visitar durante los siglos venideros y ¿Por qué no? Ser nosotros los aparecidos.